sábado, 30 de mayo de 2015

EL ASOMBRO DE LO REAL. TABLEAUX VIVANTS DE JAVIER NAVARRO


Fading Away, de Henry Peach Robinson
Fading Away, de Henry Peach Robinson
Vemos el mundo a través de una cuadrícula —cifras, palabras, fechas—, pero bajo esa cuadrícula, la realidad es asombro, asombro por estar aquí, ahora, por cada hoja y cada piedra. Todo ha estado aquí antes de nosotros y, no obstante, nuestros sentidos sólo pueden percibirlo en presente continuo. Para evocar cuanto hay bajo la piel de las cosas, precisamos del esfuerzo imaginativo que nos permita reconstruir un antes e intuir un después.
De ahí, las cuadrículas. Necesitamos entender cuanto nos rodea y recurrimos para ello a los sistemas racionales, a datos, hipótesis y deducciones. Javier Navarro, autor de Tableaux Vivants (Contrabando, 2015), sabe bien cómo hacerlo. Conoce las metodologías de la historia y, antes de este libro, ya ha excavado en la superficie de la realidad para encontrar el pasado, ayudado por archivos, hemerotecas. Las herramientas del historiador son la disciplina del número y el rigor de los datos; pero su tarea no es tan disímil a la del cuentista, pues a la postre se trata de recuperar con la palabra esa ausencia palpable a nuestros sentidos: la ausencia del tiempo ido. La cuadrícula es útil porque nos permite entender y dar sentido al mundo que nos rodea; pero hay algo que sigue faltando: el asombro de lo real. Antaño los hombres inventaron héroes y dioses para colmarla; cuando los dioses se agostaron a la luz de la razón, la literatura acabó por llenarse de monstruos y fantasmas.
Muy oportunamente, Tableux vivants comienza con una cita de Adolfo Bioy Casares: «Al borde de las cosas que no comprendemos del todo, inventamos relatos fantásticos para aventurar hipótesis o para compartir con otros el vértigo de nuestra perplejidad». La fantasía es otra forma de explorar la realidad, no desde el dato, sino desde el asombro o el terror sagrado. ¿Qué sucede a nuestro alrededor mientras dormimos? ¿De quién son esas sombras que se dibujan en el papel pintado cuando ya nos hemos marchado? ¿Qué susurran las voces de la habitación verde cuando nadie está allí para escucharlas? En «Bullicio», él se marcha del piso y los gusanos trepan por el tallo de la aspidistra, del tapiz se descuelgan extrañas siluetas. En «El intruso», un cuerpo asoma bajo la cama y, cada noche, ella lo va viendo crecer mientras su pareja sigue roncando. ¿Qué sucederá después? Las respuestas que nos aporta la literatura son volátiles, se esfuman como fantasmas; sin embargo, plantearlas nos devuelve a la infinita incertidumbre del morador de las cavernas. Bajo el papel cuadriculado, la condición humana es el desconcierto. La literatura fantástica nos coloca frente a dicho desconcierto; Tableux vivants es un excelente ejemplo.
Quizá por la condición de historiador de Javier Navarro, una de las constantes de los diez cuentos del libro es la omnipresencia de la memoria, pero también el territorio liminar entre lo vivo y lo inerte, entre el hombre y sus objetos: las paredes hablan, los lugares supuran memoria y los muertos siempre retornan. Un tableau vivant es un conjunto humano vuelto inmóvil, simulando una escena pictórica, o, en otras palabras, un grupo de personas que simulan haberse vuelto inanimadas; de manera inversa, también pueden contar secretos los retratos o los cadáveres animarse para representar, una y otra vez, la misma escena, el mismo cuadro. La muerte misma detesta el cementerio y ama el bullicio, el hormiguero urbano, el hervidero de las pasiones.
La fantasía es una mano que se adentra en una grieta sin saber qué encontrará dentro —fango, dientes, escorpiones, intestinos, sólo polvo—. Todavía no hemos tocado nada y ya sentimos un hormigueo en nuestros dedos. En el anticipo de ese tacto, se mueve lo fantástico. Pero la sensación no basta, es necesario articularla con palabras: para poder compartir un sueño, es preciso darle primero forma de consciencia. Una de las grandes virtudes de Tableaux vivants es precisamente que sabe que la herramienta principal de lo fantástico es el lenguaje. Dicho de otro modo, no sólo se trata de contar cuentos de aparecidos —aunque también— sino de buscar en el relato esas brechas oscuras y explorarlas con el lenguaje. En «El mejor despertar», la extrañeza no proviene del muerto vivo ni sus asesinos, sino de la sintaxis que, como una bruma, se interpone entre el observador y el drama ante sus ojos. En «Un lugar adecuado», los espacios de la memoria resultan siniestros no sólo por estar poblados de fantasmas, sino porque la estructura del relato los desarticula hasta volverlos laberinto. La labor del cuentista fantástico es hallar la incertidumbre en el logos, la perplejidad ante un lenguaje que no sólo carece de respuestas, sino que además plantea nuevos enigmas.
«La habitación verde» nos devuelve, precisamente, a ese lugar en el que el lenguaje va enhebrando la experiencia de nuestro desconcierto. «La habitación verde» es un espacio tangible pero efímero, siempre huidizo. Cuenta Javier Navarro que, en su interior, «Las voces surgen de las pequeñas grietas que dejan ver los trozos despegados del papel pintado. Al principio no las distingues; crees oír algo, tal vez una conversación al otro lado». Es posible que susurren palabras proféticas o que desvelen los secretos que aguardan bajo la cáscara de las cosas; sin embargo, quienes buscan la habitación verde acabarán exiliándose de este mundo. Todos los escritores tienen su habitación verde, ese lugar en el que los murmullos van dictando la fantasía de los relatos, ese lugar en el que el lenguaje va trabando otros mundos y, al mismo tiempo, nos atrapa dentro de ellos. Aventurarse en busca de la habitación verde es recuperar el asombro ante esa realidad que, infinitamente, se despliega ante nuestros ojos, arrancar la cuadrícula de nuestra mirada y descubrir que seguimos perplejos ante lo inaudito de nuestra consciencia. Pero ¿dónde hallarla? Las páginas de Tableaux vivants son un buen lugar para empezar a buscarla. Luis Pérez Ochando.
JAVIER NAVARRO. Tableaux vivants, Valencia, Contrabando, 2015.

domingo, 10 de mayo de 2015

PRESENTACIÓN DE "NO, UN MOMENTO. AJÁ. SIN DUDA ME ODIO TODAVÍA A MÍ MISMO"

En LA CENTRAL de CALLAO (Calle Postigo de San Martín. 8. Madrid)


Jueves 14 de mayo 19:30 h 


"No, un momento. Ajá. Sin duda me odio todavía a mí mismo"


De Robert Fitterman (Poeta y profesor de la New York University)

Traducción de Rodrigo Rey Rosa

Intervienen:

  • Rodrigo Rey Rosa, escritor y traductor
  • Robert Fitterman autor
  • María Salgado, poetisa
  • Manuel Turégano, editor de Contrabando

De los numerosos libros que ha producido Robert Fitterman este es quizás el más radical y subversivo y, al mismo tiempo, el menos hermético. Heredera y renovadora -pero también profundamente crítica- del movimiento L=A=N=G=U=A=G=E, la poesía de Fitterman parece sustentarse en la relación entre la lengua vernácula y las tendencias poéticas de vanguardia. Sería redundante destacar el aspecto experimental de su trabajo: cada libro suyo es un experimento. En el poema extenso que ahora nos ocupa la tensión entre el concepto que lo genera y el sujeto que sirve para animarlo ha sido llevada al extremo; una sabia dosificación de humor y pathos alivia en ciertos momentos esta tensión. El tema es decididamente no posmoderno e incluso humanista: la soledad del individuo en medio de la muchedumbre urbana de este principio de siglo. El método: utilizar exclusivamente citas provenientes del ciberespacio -fragmentos de blogs, tweets, sms- y arreglarlos en la página según una métrica determinada; en este caso, la calcada del poema de James Schuyler, The Morning of the Poem. El sujeto es un "yo" virtual que podría hacer pensar en la antítesis de Walt Whitman. ("No, un momento. Ajá. Sin duda me odio todavía mí mismo" no es en absoluto un poema autobiográfico.) El resultado es un viaje alucinatorio por una montaña rusa en forma de espiral durante el que -entre risas a veces un poco nerviosas- nos vamos acercando al último círculo de uno de los grandiosos y espectaculares infiernos que han creado las pululantes generaciones de los hombres. (Rodrigo Rey Rosa)


Robert Fitterman

(St. Louis, Missouri, 1959) es el autor de 14 libros de poesía incluyendo No Wait, Yep. Definitely Still Hate Myself (Ugly Duckling Press, 2014), Rob´s Word Shop(Ugly Duckling Press, 2015), Holocaust Museum(Counterpath, 2013, y Veer [Londres] 2012), Now we are friends (Truck Books, 2010), Rob the Plagiarist(Roof Books, 2009), War, the musical (Subpress, 2006), y Notes On Conceptualisms, en colaboración con Vanessa Place (Ugly Duckling Presse, 2009). Su poema largo Metropolis ha sido publicado en cuatro volúmenes. 
Enseña poesía y escritura en la Universidad de Nueva York y en el Bard College, Milton Avery School of Graduate Studies.








Rodrigo Rey Rosa

Nació en la Ciudad de Guatemala en 1958.  Ha vivido en Nueva York y Tanger, ciudad donde conoció a Paul Bowles, quien tradujo sus tres primeras obras al inglés. Entre sus novelas y libros de relatos se encuentran El cuchillo del mendigo (1986); El agua quieta (1990); Cárcel de árboles (1991); Lo que soñó Sebastián (1994); Que me maten si... (1996);Ningún lugar sagrado (1998); La orilla africana(1999); Piedras encantadas (2001); El tren a Travancore (2002); Otro zoo (2005); Caballeriza(2006); El material humano (2009); Severina (2011) y Los sordos (2012). Rey Rosa también ha traducido al español obras de autores como Paul Bowles, Norman Lewis, Paul Léautaud y François Augiéras. La crítica lo considera como una de las voces más destacadas del panorama actual de la literatura en lengua española.
La Cola del Dragón es su  primer libro de no ficción.

viernes, 8 de mayo de 2015

CONVERSACIÓN CON RODRIGO REY ROSA EN CASA DE AMÉRICA


Miércoles, 13 de mayo de 2015, 19.00 horas

Ciclo Describo que escribo 

Conversación entre Rodrigo Rey Rosa y Javier Rodríguez Marcos 

con motivo de la publicación de 

La cola del dragón: No ficciones 



1986
Cuentos completos.

Las obras 


La cola del dragón. Este libro -el primero de "no ficción" que publica Rodrigo Rey Rosa- reúne dieciséis textos de distinta naturaleza (artículos de prensa, reportajes, pequeños ensayos,crónicas...) que el autor ha ido dando a la luz estos últimos años en distintos periódicos y revistas de Europa y Latinoamérica. Con un estilo que mantiene vivas las mejores virtudes de su prosa literaria recorre las mismas "geografías" que nutren sus libros de ficción: aquí asistimos a su encuentro con Paul Bowles en Tánger, viajamos a París o a Mali a visitar a Miquel Barceló,nos adentramos en las bibliotecas colombianas, vemos al autor ejercer de ensayista en una isla caribeña de Nicaragua, visitamos las minas de oro centroamericanas. Un libro duro y valiente que Rey Rosa "necesitaba escribir".   




1986. Cuentos completos. Pocos autores llegan a dominar el género del relato, cercano a la poesía por su brevedad e impacto. Perturbadores, sensuales, angustiantes y llenos de suspense, dejan al lector absorto después de leerlos, como si despertara de un sueño o de un golpe. La lectura de cada uno de estos cuentos, pertenecientes a seis libros distintos y los últimos inéditos y de escritura muy reciente, es una experiencia singular, cercana a un viaje inesperado. El recorrido traza además un retrato literario de la evolución de un autor único.  
 
Rodrigo Rey Rosa nació en la Ciudad de Guatemala en 1958. Ha vivido en Nueva York y Tánger, ciudad donde conoció a Paul Bowles, quien tradujo sus  tres primeras obras al inglés. Entre sus novelas y libros de relatos se encuentran El cuchillo del mendigo (1986); El agua quieta (1990); Cárcel de árboles (1991); Lo que soñó Sebastián (1994);Que me maten si... (1996); Ningún lugar sagrado(1998); La orilla africana (1999); Piedras encantadas (2001); El tren a Travancore (2002);Otro zoo (2005); Caballeriza (2006); El material humano (2009); Severina (2011) y Los sordos(2012). Rey Rosa también ha traducido al español obras de autores como Paul Bowles, Norman Lewis, Paul Léautaud y François Augiéras.


El ciclo 
"Describo que escribo" es una propuesta de la Casa de América para que destacados autores iberoamericanos compartan con los lectores esa vivencia de la escritura como proceso de vida; para que narren, describan y caractericen cómo, por qué y para qué escriben, y quiénes son ellos en tanto que escritores que escriben y son escritos.   
AFORO LIMITADO. 
Entrada libre hasta completar el aforo 
Las entradas podrán retirarse media hora antes del inicio del acto
Casa de América 
Plaza de Cibeles s/n. 

Madrid, 28014 T. 91 595 48 00 www.casamerica.es