Prólogo de la novela "Panamá split" de Ernesto Endara por Corinne Bally
La aventura empezó hace dos años cuando presenté a Manuel Turégano, de Ediciones Contrabando, esta novela de Ernesto Endara. Hoy, al nacer esta primera edición española, por solicitud de Manuel, busco con gran ilusión las palabras justas para decir quién es Ernesto Endara.
Me senté delante del ordenador para
hacerle a “Neco” (necoendara@gmail.com) una pregunta cuya respuesta pudiera
llenar de un plumazo el cometido.
Pregunté: ¿Qué ha sido Ernesto “Neco”
Endara en Panamá? Y esta fue su contestación:
“Puedo estrujar mi vida y contarte lo que
he sido en cuatrocientas palabras, total, es el tamaño de la columna que
escribo semanalmente. Te diré: de muy hijo de Jilma Cecilia pasé a ser
estudiante en La Salle; en las vacaciones, corredor de olas y asistente de
“Batman”, un limpiabotas que abundaba por los bares de la Avenida Central en
tiempos de la Segunda Guerra Mundial; ya en el Instituto Nacional fui del
equipo de basketbol y clavadista; novio de Lilia y Aida; boxeador de una sola
pelea sin decisión; chofer de “chiva” en la ruta Hospital-Chorrillo, relevando
a Isidoro mientras él enamoraba a la empleada de mi vecina; buen bateador en
“mensión”, mal bateador en béisbol. Me fui a Venezuela becado por la Escuela
Náutica. Regresé maquinista y fanático del ron, del bolero y de las mujeres
alegres. Me inscribí en una pandilla de poetas, pintores y músicos. Fui
compadre de “Rompelimpón” y socio de “Tito Piedra”; en Panamá, embarqué en una
nave canadiense (Fort Ross) que cargaba, hasta la bandera, dinamita gelatinosa
para Trinidad, y en una venezolana, el remolcador “Río negro”, que arrastraba
gabarras con equipo de perforación petrolera a “Rancho ahogado”, Chucunaque
arriba, y del que salió un libro: Un lucero sobre el ancla; además, enrolé en
otros siete barcos. Fui profesor en la Escuela Náutica de Panamá y bombero
voluntario del Cuerpo de Bomberos. Empezando el nuevo milenio, estrené mi
incierto periodismo en El Heraldo. Eso, querida amiga, es lo que he sido en
Panamá.”
Entonces le comenté: no has mencionado lo
que a mí realmente me interesa, tu pasión por la literatura. ¿Cómo es que este
boxeador, clavadista, limpiabotas, fanático del ron y del bolero, chofer,
profesor, bombero y maquinista escribe libros? Parco, esquivo y risueño
contestó: “Porque leo mucho”.
Ernesto Endara |
Descubrí Panamá a través de la lectura de
estos dos libros: Pantalones cortos y Pantalones largos, reunidos aquí en un
solo volumen: Panamá split. Por ellos me enamoré de esta ciudad y luego
descubrí al personaje Neco Endara. El autor más laureado de Panamá con el
Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró en novela, ensayo, teatro y cuentos.
Para el lector europeo, conocer Panamá a
través de las novelas o los cuentos de Ernesto Endara será subir a una
prodigiosa máquina que lo desplazará en el tiempo para adentrarlo en una ciudad
misteriosa, bulliciosa y colorida, permitiéndole escuchar los pálpitos de las
calles; compartir el cafecito y la “cocada” de la vecina. Les puedo asegurar
que oler, gozar y saborear este Panamá split les pondrá una “ñizpa” de
panameñidad en el alma.
Ernesto Endara es –aunque esto no lo
quiso confesar– un fabuloso cuentista, un enamorado de la vida y de la
literatura. Al conocerle mejor he llegado a pensar que algunas veces consigue
borrar los límites entre vida y novela.
Panamá split es el primer libro de
Ernesto Endara publicado en Europa. Al leerlo, el lector tendrá el placer de
entrar por la puerta grande en el mundo literario de un autor muy querido por
los panameños.
Corinne Bally
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