Aldo Alcota en su exposición "La comida del Orate". |
ESCRITO
UN JUEVES POR LA TARDE…
Entusiasmo es lo que siento cuando
me piden escribir sobre Aldo Alcota, poeta y artista visual nacido en Santiago
de Chile. Y escribo con entusiasmo y me entusiasman las obras que tengo ahora
delante de mí, platos que piden ser devorados con la imaginación. Me aburren
las pinturas realistas sin poesía (Good bye Sorolla). Me aburren los paisajes
sosos y las naturaleza muertas donde se pudren las moscas. Sólo me asombra la
aparición de monstruos y otras especies salidas de la música del dios Pan. Y
Alcota es un creador de seres alucinantes. Yes. Oui. La imaginación lo es todo.
Vuelvo a repetir la palabra imaginación. Yo me repito el plato. Me repito el
entusiasmo. Me repito la imaginación. Y volvería a escribir lo mismo cientos de
veces. Alcota es el gran heredero de Picabia en Valencia. Habrá otros en las
costas del Levante, me dirán. De acuerdo. Dónde están, quiero conocerles. Pero
hasta el momento solo Alcota se me ha aparecido en mi camino marítimo. Navego
mucho por los mares. La obra de este distinguido señor es un cruce del Pacífico
y el Mediterráneo. Empanadas de carne, perritos calientes y tortilla de
patatas. A comer. Tengo hambre y este texto termina aquí. Aztecas y piratas
ingleses bailan un tango. No lo olviden, Alcota es una de las figuras más
importantes del Surrealismo chileno. En su ruta parisina conoció a Jean Benoît,
Jorge Camacho, Édouard Jaguer… En
Barcelona se relaciona con Beneyto, Evru, Bruno Montané y Arnau Puig. Enrico
Baj le escribió, en 2002, un texto para su primera muestra individual llamada Jarry Monster. Alcota ama a Jarry. Ama
el espíritu de Ubu Roi y Faustroll, ama el Pánico de Arrabal /Topor/
Jodorowsky… Es patafísico. Es poeta que pinta sobre lienzos invisibles. Es uno
de los editores de Canibaal. Es uno de los creadores del Simultaneísmo. Adora
la poesía visual. Hace performance. Quiere realizar poesía sonora. Le gusta la
ciencia ficción. Fue uno de los animadores del grupo Derrame en la capital del
smog, Santiago du Chili. Bajo su manga: revistas, libros, dibujos, cuadros,
manifiestos… Un mago. ¿Dónde estamos? Dentro de un vaso escondido en la luna. Un
vaso de agua, por favor. Water. Alcota me hace recordar el delirio de un
Huidobro, Michaux, Cravan, Bacon, Ginsberg o Buñuel. ¿Se merece Valencia una
figura como Alcota? Me voy a beber un trago, antes que salga mi avión rumbo a
Marsella. HAHA. A domar tigres borgianos.
Raymond Lanudo Baron, teórico marsellés.
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