La trilogía de la Gran Guerra, según Jesús Zomeño. 100 años nos contemplan
“Me atrevo a decir que “De este pan y de esta guerra” es el libro más acabado de Jesús, el más unitario, y el que más a fondo y mejor introduce al lector, si se me permite el neologismo, en el universo zomeñesco. Es también su libro más personal. Un asombroso examen de conciencia de un autor que no deja de explorarse. Resumiendo les diría que estamos ante un libro de una intensidad tan directa e inmediata que se diría casi física”. Así habla Juan Lozano, prologuista de la última obra del escritor y poeta, Jesús Zomeño sobre el principio originario de una trilogía de obras ambientadas en la Primera Guerra Mundial, hace ya 100 años, cuando esta guerra es el escenario para presentar el retablo de la condición humana que nos plantea el escritor en las entregas “Cerillas Mojadas”, “Piedras Negras” y ahora “De este pan y de esta guerra”, editada por Contrabando de Valencia.
El acto se celebró en la tarde del 11 de febrero en la librería amiga de Ali-i-Truc con presencia del editor, Manuel Turégano, y el presentador de la obra, el poeta Javier Cebrián y el propio autor, Jesús Zomeno (Alcaraz-1964) con nutrida presencia de público, entre ellas la edil de Cultura del Ayuntamiento de la “city” de Elche, Patricia Maciá. Hay que reconocer que Jesús Zomeño tiene tirón entre unos lectores que ha consolidado. Más aún, me atrevo a asegurar (no es la primera vez que lo hago) que será uno de los escritores que viven y escriben en Elche que quedará en la historia de la literatura no sólo local. Muchos caerán por los desagües del olvido, pero Jesús Zomeño no. Al tiempo.
El editor de Contrabando, Manuel Turégano, que dirige una nueva editorial valenciana desde 2013 declaró su “amor, cariño y vicio por la literatura. Siempre he sufrido el “mal de Montano”, el mal de la literatura”. Zomeño reúne el perfil del “contrabandista”. Me convertí en un devoto más de sus relatos. Por su concisión y exactitud con una prosa cruda y aire poético concentrado. Es un escritor con mayúsculas, venda más o venda menos”.
El presentador del libro, Javier Cebrián apuntó que Jesús Zomeño fue su primer editor. “Siempre lo he conocido como poeta y narrador. Jesús es peculiar y con sus relatos y poemas se ve”.
Cebrián, buen conocedor de la obra de Zomeño, subrayó que estamos ante el tercer libro de la trilogía de la guerra del universo de Jesús, “pero éste es el originario. El más acabado, personal, el más unitario. Lo importante de este libro no es la guerra. Es una auscultación de la condición humana. Puede convertir en parodia, en grotesco el sufrimiento, el miedo, la muerte cuando el hombre intenta sobrevivir. Jesús nos cuenta, nos introduce en la historia. Parece que él haya estado en las trincheras.
El poeta destacó que tiene un grupo de 10 ó 12 relatos “magistrales. Lo menos importante es la guerra. Detalla la condición humana; heroica por su cobardía y el menosprecio por la vida del otro. Además de conmover, nos perturba”.
Que hable por fin el protagonista, el autor de “De este pan y de esta guerra”. Zomeño desvela algunas claves: “es un libro a mitad de camino entre la prosa y la lírica. La guerra no es la protagonista pero es fuente de optimismo porque los personajes siguen adelante. El ser humano siempre crea un mecanismo de defensa frente a lo que ve, lo que siente, lo que le sucede. He dado un paso dentro de ese heroísmo y la guerra se convierte en un mecanismo de defensa, también con su voz irónica.
El autor de “Lengua azul” leyó algunos pasajes de los relatos de su nuevo libro, con ilustraciones de Miracoloso como “El urinario” (Dublín, 1916), año crucial de la Gran Guerra, “El queso” o “La escalera”, una de las historias que más le costó escribir, como él mismo reconoció.
Leer a Jesús Zomeño es la aventura al conocimiento del interior del ser humano y sus mecanismos de defensa frente a la adversidad, el desaliento, la soledad, la incertidumbre y la muerte, condimentado con las dosis de optimismo de sus personajes que quieren salir adelante en este oficio de vivir.